lunes, 9 de mayo de 2011

Visita al Museo Ferroviario de Navarro

El socio Juan Andrés Benavidez salió por las rutas bonaerenses para pasar un domingo tranquilo en la ciudad de Navarro. Allí visitó el Museo Ferroviario de Navarro y esto nos contaba:

La vista al Museo fue casi de casualidad. Si bien sabia de la existencia de él no era mi primera intención ir a visitarlo, tal vez iría a visitar la estación Navarro del Compañía y lo que quedaba de la estación Navarro del Roca.
Al pasar por la estación del CGBA vi que la puerta estaba abierta y dentro de la estación se dejaba ver la trompa de una English Electric en escala 1:20. Casi clavando los frenos me detuve ahí y bajé a visitarlo.

Al entrar nos recibe el Sr. Carlos Alberto Martino, quien es el fundador del museo, y con la amabilidad de todas las personas de estas pequeñas ciudades me hizo sentir como en casa. Carlos paso por varios puestos en el ferrocarril, paso desde ayudante, cambista, telegrafista hasta terminar como jefe de estación, pero no de una, sino de varias estaciones. Mostró un grato recuerdo por la estación Gonzalez Risos pero sus últimos días de jefe de estación los hizo en la estación Navarro, donde en 1998 vio por terminada su carrera ferroviaria a la fuerza. Mientras yo no dejaba de maravillarme con las maquetas hechas en escala 1:20 y no dejaba de sacarles fotos, él me iba relatando la historias y los detalles de los trenes reales que estaba allí representados por esas maquetas.

Lo primero que vi fu una dupla de coches motores Drewry que contaba que cumplian ese importantísimo rol social de llevar a los alumnos del colegio secundario a sus escuelas en Lobos o Cañuelas, además de llevar a los pasajeros a sus trabajos y/o viviendas. Arriba de esta dupla había un coche de madera perteneciente al Compañía.
Luego aprecie mas de cerca lo que me había llamado la atención desde el auto que fue esa English Electric color rojo, también llamada "Grillo de las pampas", que tiraba una formación mixta que se componía de un vagón vivienda de artesanos, un vagón tanque, un furgón metálico, un vagón ganadero y un caboose.

Ya embalado con la explicación, sacó de las vías el vagón vivienda y le saco el techo para que pudiese apreciar el también detallado interior.
Abajo de esta formación y cuidada por una vitrina se encontraba una locomotora a vapor que tiraba de una formación formada por un vagón lechero, un coche furgón-correo con su típico emblema con el escudo nacional, y el coche de pasajeros de dos clases en donde uno podía apreciar el detallado trabajo artesanal dentro del mismo.
 
 

De esta formación tenia anotado una historia de récords de velocidad alcanzada en tres oportunidades, la cual estaba detallada en un afiche en la pared junto a la foto verdadera. Lastima que ahora no recuerdo cual era esa locomotora y cuales fueron esos récords de velocidad, pero recuerdo que uno de esos ellos había sido alcanzado aún parando en varias estaciones para dejar el diario...
Otra joya de este artesano amante del ferrocarril fue una locomotora Withcomb de color plateado en una mesa giratoria, desde ya con todos los detalles. Mas arriba había en dos vitrinas una Werkspoor 600 y una Cooper con los colores de NEFA 2.



También había en el lugar muchos cuadros ferroviarios realizados en acrílico y tempera por Don Carlos Martino que en algunos me hacían dudar si era una foto o una pintura.



Luego pasamos a otra habitación que seguramente seria la oficina de telégrafos. Allí había una memorabilia varia, desde un pináculo de mástil de señal, pasando por un teléfono de vía, telégrafos, faroles de guarda barreras, un conmutador, unos teléfonos de época y un hermosísimo reloj francés a péndulo.





Como yapa, y por ser amante del ferrocarril, me dio un regalo especial... mejor dicho varios regalos muy especiales: De un armario saco unos cuantos boletos Edmonson de cartón hechos por él y los fechó, con la boletera que aun conserva en funcionamiento, con la fecha de mi visita.



Realmente me llevo un estupendo recuerdo de ese pequeño museo ubicado en aquella estación que, en su momento, supo tener un trajín imparable y que Don Carlos Alberto Martino recuerda con un cariño especial. Ese cariño que solo los ferroviarios de corazón tienen por el tren.

Por ultimo les recomendamos que lean las poesías ferroviarias que nos regaló Don Carlos Alberto Martino.
A todos los que quieran visitar este pequeño museo lo pueden hacer en la estación Navarro del CGBA, Avenida 34 N° 601. Para mas información pueden llamar al 02272-430361 o escribirle un mail a abutrenes@hotmail.com.

Centro Ferromodelista Belgrano